Como SSpS, continuamos hoy la historia iniciada por nuestra generación fundadora.

La historia del Dios Amor necesita ser narrada siempre de nuevo—con nuevas palabras, en nuevas vidas. El Espíritu, protagonista de la misión, nos llama a ser “sus cómplices”.

Hemos de ser la Buena Noticia que proclamamos.  

Nuestra Provincia Religiosa, respondiendo a la voluntad de Dios y a los signos de los tiempos, va buscando maneras de responder a necesidades más urgentes, hace opciones y establece prioridades. Esto quiere ayudar a cada Sierva del Espíritu Santo a vivir con fidelidad creativa su compromiso misionero, "con un oído en el pueblo y el otro en el corazón de Dios". 

Enraizadas en nuestro carismo misionero y espiritualidad Trinitaria, servimos a la Iglesia y a nuestro pueblo en diversas áreas y servicios. 

“El Espíritu del Señor me ha consagrado para llevar la Buena Noticia a los pobres

y proclamar el año de gracia del Señor”

(Lc 4,18-19)